La importancia de la higiene en los aseos para evitar contagios
El número de personas que hace uso de los aseos en oficinas, aeropuertos, centros comerciales… Las superficies comunes que la gente toca o el espacio reducido del propio aseo suponen un riesgo para la salud y la higiene de los usuarios.
Los riesgos higiénicos podemos clasificarlos en 3 ámbitos en los que podemos actuar.
La higiene del aire
Uno de los mayores peligros está ligado al hecho de tirar de la cadena del inodoro. Cuando esto sucede y el agua comienza a evacuarse, es posible que algunas gotas de agua salgan despedidas hacia el exterior, depositándose en superficies como la cisterna, los pomos de las puertas e incluso en los rollos de papel higiénico. Este fenómeno es conocido como Efecto Estornudo.
Estas gotas de agua pueden ser portadoras de virus y bacterias procedentes de orina y heces. Las gotas más grandes caen inmediatamente sobre las superficies del cubículo, pero las más pequeñas y los aerosoles pueden extenderse por todo el baño suspendidas en el aire, contaminando otras superficies.
El simple hecho de bajar la tapa del váter antes de tirar de la cadena reduce hasta 12 veces la concentración de la bacteria Clostridium Difficile en el aire, siendo una medida eficaz para evitar la presencia de partículas contaminadas. Promover bajar la tapa del inodoro en los aseos, tendrá un efecto positivo a la hora de reducir la propagación de infecciones.
Higiene de superficies
Las bacterias y los virus pueden sobrevivir durante días sobre las superficies en las que se deposita. En los lavabos hay muchas superficies que las personas tocan y pueden actuar como medio de contagio de microorganismos infecciosos.
Los usuarios de los aseos pueden contaminar otras superficies al lavarse y secarse las manos, por lo que lo ideal sería que hubieran grifos y dispensadores automáticos que no dependen del contacto para activarse.
Las propias personas también son fuentes de contaminación. Las gotas de mucosidad y saliva procedentes de la tos, los estornudos o al hablar se comportan de la misma manera que las gotas que salpican de un váter y pueden transportar microorganismos del sistema respiratorio a todas las superficies de los lavabos mencionadas anteriormente.
Los objetos personales, como bolsos, pueden ser fuentes de contaminación cruzada al pasar del suelo del cubículo o del gancho de la puerta a la encimera del lavabo, a la mesa de trabajo o incluso a los hogares de los individuos. Estos objetos es conveniente limpiarlos regularmente para evitar contaminación cruzada.
Higiene de manos
La higiene de las manos es una de las medidas más extendidas para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas. Está estrechamente ligada a la higiene de superficies en los lavabos, ya que las manos tocan muchas superficies para hacer uso de las instalaciones.
Los usuarios de los lavabos ya portan microbios en la piel, sin embargo, la cantidad se puede multiplicar al visitar los aseos.