La procesionaria: un peligro para niños y mascotas
La procesionaria del pino o Thaumetopoea pityocampa, abunda en los pinos de nuestras casas, colegios, parques y cualquier pinar.
Cuando es oruga y ha alcanzado su madurez, desciende desde los nidos situados en los árboles al suelo y desfilan en fila india en grupo (de ahí su nombre común de «procesionarias») hasta que encuentran un lugar en el que enterrarse para transformarse en crisálida y salir en forma de mariposa.
Tiene cerca de 500.000 pelos venenosos y urticarias que se desprenden con frecuencia y pueden ser arrastrados por el viento. También el rastro que dejan las orugas puede contener tricomas y adherirse a la piel o la boca de los perros.
Debido al cambio climático, la época de procesionaria se va ampliando en el tiempo, cada vez aparecen antes y cada vez están en más lugares y más tiempo, es fácil verlas en los parques y jardines de muchas ciudades.
¿Quién se puede ver afectado?
Los principales afectados por esta oruga son los perros, aunque también los niños, ya que por causa de su naturaleza curiosa y exploratoria aumenta el riesgo de contacto.
Para los perros el contacto directo de la oruga con el hocico sería el principal y mayor riesgo. Otra posibilidad de afectación en perros es que durante el olfateo aspiren estos pelos urticantes produciendo una rinitis aguda acompañada de estornudos y secreción nasal.
El riesgo aumenta en perros jóvenes y cachorros por su mayor grado de curiosidad y actividad. Pueden producir lesiones en los ojos, en la piel, en los bronquios, anafilaxia severa, necrosis de la lengua del perro e, incluso pueden llegar a provocar la muerte de la mascota.
Si algún animal contacta con las orugas, se recomienda lavar su boca con agua templada y con cuidado (con guantes y una jeringa sería lo ideal, sin frotar) pero lo más importante es ir rápidamente al veterinario.
Si tiene pinos en su colegio, vivienda o vecindario, no dude en contactar con nosotros. Realizaremos una visita previa y un presupuesto adaptado a sus necesidades para tratar de la mejor manera la procesionaria del pino.